domingo, 18 de diciembre de 2011

Escrito de J Antonio Segovia Paez

DAVID SANCHO, O EL SUSPENSE EMOCIONAL DE LA PLÁSTICA
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Tenemos por costumbre cubrir nuestros sentidos con la visión de lo cercano, y a veces nos llama la atención aquello que nos proyecta sensaciones inmediatas. No nos deja sin comentario la obra en sí, tenemos que saber de esa traducción de pareceres que nuestra inquietud nos revela, pero a nuestra forma, con la sin prisa de nuestro concierto intelectual, sin medida , pero eso sí con reflexiva coherencia.

Las formas, los colores y lo acostumbrado, no tiene razón ante las sensaciones que se puede experimentar en la observación. Por eso no nos debemos abrigar en ese técnica creativa que emerge y te dice, sino en la sensación y el suspense que produce. Esa latitud pende de la obra de David Sancho. Un encuentro con el suspense , redimido de” ismos “y contracturas lógicas que definan lo indefinible. La razón está en lo que se presiente y se palpa, mas que en lo que se ve a golpe de análisis cromático. Tenemos la suerte de la indisciplina, lo roto y encontrada en un quehacer de luces y logros, sin suspiros de arrepentimiento, con la impronta del renacer definitivo, sin mas arreglo que la mano inicial del primer intento, así ,sin otra medida que la que llegó de ese universo cautelado por sus dioses internos, traídos a un mejor decir, palpable al suspense emocional de su plástica.
 
Escrito de jose antonio Segovia paez
2011

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